Blogia

Café Blog

Salvajes

Salvajes

Estaba leyendo el periódico y mirando de reojo el televisor cuando pude ver la noticia de otra llegada de inmigrantes subsaharianos en patera. Hombres, mujeres y niños que llegaban desfallecidos a la costa. No le habría prestado mucha atención. La fuerza de la costumbre hace que estos dramas humanos que se repiten día a día dejen de ser noticia. Iba a seguir con mi lectura cuando me sorprendió reconocer la playa donde estuve en mis últimas vacaciones en el mar.
Al parecer el video había sido grabado por uno de los propios bañistas que lo cedió a la televisión. El video mostraba la llegada en patera de inmigrantes subsaharianos con varios bebés. Resulta curioso ver a los pobres inmigrantes venidos del tercer mundo llegar exhaustos a la playa y a los habitantes del primer mundo, desnudos, ayudándoles. La patera había ido a parar a una playa nudista.

El comentarista no hizo mucho chascarrillo de la situación, pero en una de las mesas cercanas a la mía un par de señoras mayores no perdían detalle. Una de ellas tenía cara de habérsele roto los esquemas al ver a los negritos vestidos y a los blancos desnudos. ¿No se suponía que eran los negritos del África los que iban desnudos por la selva? Seguramente eso le decían de pequeña. Eran tiempos en que los negritos solo estaban en la selva y no llegaban en barcas a las costas españolas. Ni por ensoñación se podía pensar que sería habitual verles por la calle como ahora, o tenerles de vecinos. Como mucho eso solo pasaba en las películas americanas. En aquellos tiempos se decía que había que ayudar a los negritos por que no tenían ni para vestirse (suponían que esa era la única razón de que fueran por la selva como Dios los trajo al mundo). Y ahora ellos, los pobres negritos, llegaban vestidos y nosotros, los españoles europeos, los recibimos en cueros. Pobre señora.

Mientras veían a los desnudos bañistas ayudar a los pobres inmigrantes una de las dos señoras se sonreía y ante algún comentario desaprobatorio de la otra le dijo:

–¿a ti no te gustaría bañarte y tumbarte al sol en la playa desnuda?

–¿A mi? –dijo la señora– ¿como si fuera una salvaje? ¡¡Pero que cosas tienes María!! Estas cosas antes no pasaban.

La amiga, María, se reía para sus adentros y seguramente se alegraba de que las cosas hubieran cambiado y que si uno quiere comportarse como un "salvaje" pueda hacerlo libremente.

De todas maneras, vestidos o no, estos pobres negritos siguen siendo eso, pobres.


Louise, Remember me?

Louise, Remember me?

Hoy he visto a alguien. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez. No le he dicho nada. Y he recordado una vieja canción de Human League: Louise. Ahora la estoy escuchando.
Va por todas las Louise




When he saw her getting of the bus
It seemed to wipe away the years
Her face was older, just a little rough
But her eyes were still so clear
He drank his coffee and he hurried out
Across before she walked away
Then he approached her like a little child
Too scared for what he had to say

"hello, Louise,
Remember me?
Now should we part
Or stay awhile?
As if we were still lovers"

She took a moment just to recognise the man she’d known so well before
And as he started to apologise
Lose any bitterness she bore
She gently put her finger on his lips
To let him know she understood
And with her suitcase standing on the floor
Embraced him like a lover would

He told Louise
"you look so good
It’s just you see
You make me feel
As if we were still lovers"

It’s not always true that time heals all wounds
There are wounds that you don’t wanna heal
The memories of something really good
Something truly real, that you never found again

And though they talked for just a little time
Before she said she had to go
He saw the meeting as a tiny sign
That told him all he had to know

And so Louise
Waved from the bus
And as she left
She gave that smile
As if they were still lovers

Louise, Human League

Hogar, dulce hogar

Hogar, dulce hogar

Fin de semana. Fin del trabajo. Fin del estrés. ¿La tranquilidad del hogar?

Este es un post a bote pronto, sin meditar, sin pensar, sin saber muy bien cual será la siguiente palabra. El aire acondicionado del trabajo me ha jugado una mala pasada y llevo a cuestas un resfriado, con todo lo que eso conlleva, y precisamente ahora, en fin de semana.

Esta tarde ha hecho mucho calor en casa y todavía lo hace. Necesitaba echarme la siesta, llevo sueño atrasado, pero mi pequeña -tengo una preciosa criaturita que no ha cumplido el año-, no opinaba lo mismo y prefería jugar. Después no quería merendar y luego, aunque estaba muerta de sueño, no quería dormirse. Al final logré ambas cosas, la primera a costa de usar el plan de emergencia: ponerle una cinta de video con las canciones de los Lunis (después de haberlas visto 200 veces, desesperan un poco). La segunda, a costa de acunarla en brazos, a oscuras, durante un buen rato, mucho rato (creo que ha dejado de ser un bebé, al menos en cuanto a peso, y con mi resfriado, el calor y sus patadas quedé agotado).

La escena se ha repetido hace un momento, para cenar y para dormir. Al final ha terminado rindiéndose, después de una acalorada lucha. Esta noche me he negado a ponerle más canciones de los lunis, mis nervios no lo tolerarían. Me decidí por la MTV y a ella le ha parecido muy bien, aunque como le encanta acompañar las canciones con palmas y meneos de cabeza he tenido que jugar al baloncesto con la cuchara y su boca.

Ahora el pequeño diablillo duerme, recabando fuerzas para mañana.

Mañana vuelvo al trabajo

Mañana vuelvo al trabajo

Se me han acabado estas primeras vacaciones. Mañana vuelvo al trabajo.

El precio de un café - I -

El precio de un café - I -


Hará unos 30 años en un bar de de Valencia de Alcántara (Cáceres) se distribuía entre los clientes una hojita que contenía lo siguiente:

Por 5 pesetas...
que nos cobran de un café nos dan:


Café, azúcar, cobijo, luz, calefacción en invierno y ventilador en verano, palillos para los dientes, servilletas, nos servimos de un plato, una taza, una cuchara, de un vaso, de una botella, de una mesa, de una silla, de uno o varios periódicos, de dados, de papel y lápiz, podemos usar el perchero, el water; podemos dar y recibir encargos, y cartas sin que se entere la familia; podemos hablar y criticar de todo el que nos dé la gana; nos enteramos de todo cuanto ocurre con los que juegan y son clientes; pueden pedir al cafetero dinero a préstamo sin interés y marcharse sin pagar sin que nadie le reclame nada; puede uno criticar la actuación del dueño, con razón o sin ella, etc.

En total unos 53 servicios, ventajas y comodidades, todo ello por sólo 5 pesetas.

¡¡ Y luego decimos que un café es caro !!


Lo he recogido del libro Celtiberia Show de Luis Carandell, libro que contenía una recopilación de la España profunda de aquella época. Otro día hablaré del "precio de un café" hoy en día.

Carmen, enfermera

Carmen, enfermera

Hoy he ido al médico. Nada importante, a buscar un papel. Aunque después de estar más de una hora allí esperando me empezaron a entrar todo tipo de males. Estos males suelen agruparse en lo que se llama “síndrome de la sala de espera de la seguridad social”. Se caracteriza por sudoración, cabreo, mala leche y deseos incontrolados de gritarle cosas feas a alguien.

Mientras estos síntomas iban en aumento vi desfilar por delante de mí a una viejecita que llevaba un paquete con pinta de contener una tarta. Tenía como destino la enfermera del médico. Esta la recogió con su típica sonrisa, dio las gracias a la viejecita y le dijo que no hacía falta que se hubiera molestado. Después de despedirse afectuosamente la buena señora cruzó la sala de espera diciendo entre dientes: “¡Qué maja es Carmen, qué maja es! Se lo merece todo.” Carmen es el nombre de la enfermera.
Esta misma escena se repitió posteriormente dos veces más, primero una viejecita del mismo estilo que la anterior que le llevó lo que parecía ser una bandeja de pasteles y luego un anciano, que al igual que la primera señora llevaba una tarta.

Debió ser que ante mi cara de asombro un señor mayor sentado enfrente de mí me aclaró que hoy era la Virgen del Carmen, y que algunas personas mayores solían traerle un regalo a la enfermera. Generalmente unos pastelitos.

–Vaya entonces, ya lleva tres entregas –le dije por decirle algo–.

– ¿tres? Con esta que yo haya visto van cinco, hijito. –me dijo mientras se reía– Es que tu llevas poco tiempo esperando aquí. Y lo más gracioso –me dijo guiñándome el ojo– es que estos viejos que traen pasteles no saben que Carmen es diabética.

Me quedé con la duda de porqué la enfermera no se lo decía a los viejecitos. También me pregunté que haría esta mujer con los pasteles si no podía comerlos, y si ese sería el motivo de que entre enfermo y enfermo, mi médico tardara hoy tanto tiempo en llamar al siguiente paciente. Cuando por fin me tocó mi turno, no les pregunté, me limité a felicitar a la enfermera por su santo. Siempre hay que llevarse bien, sobre todo con alguien que puede pincharte.


Mesa para dos

Mesa para dos

El siempre se sentaba en la mesita del fondo, al lado de las revistas y los periódicos. Solía venir a este café más o menos a la misma hora. En este local hacían el mejor café de la ciudad y el ambiente era agradable. Podía leer toda la prensa y ojear innumerables revistas.

Ella se sentaba en una mesita no muy lejos de la de él. Tenía aspecto de mujer culta y elegante. A ella también le gustaba leer la prensa del día mientras tomaba un café. Cuando se levantaba a por uno de los periódicos había veces que su mirada se cruzaba con la de él. En aquellas ocasiones se ofrecían una sonrisa a modo de saludo. Es como si se conocieran de toda la vida, aunque nunca hubiesen hablado. Casi siempre coincidían los dos a la misma hora, en las mismas mesas. Ninguno recordaba cuanto tiempo llevaban yendo a ese café, ni cuando descubrieron la presencia del otro.

Ella se levantó como solía hacer para buscar uno de los periódicos que estaban al lado de él. Se cruzaron las miradas como tantas veces, y como tantas otras veces se sonrieron amablemente. Esta vez ella tropezó y estuvo a punto de caer. El se levantó inmediatamente y se disculpó por la torpeza de haber dejado su nuevo bastón en un lugar tan inadecuado. Ella no recordaba haberle visto nunca con bastón, aunque desde hacía días le había parecido que cojeaba un poco. Aceptó sus disculpas y restó importancia al incidente. Se quedaron unos momentos mirándose sin decir nada, hasta que él, indeciso, le ofreció sentarse en su mesa. Ella sonrió y aceptó. Y tras un momento en el que no supieron que decir, él cogió sus manos y le confesó que hacía años que quería que algo así hubiera pasado.

Desde la barra yo les había estado observando, como solía hacer siempre. Uno de mis clientes se fijó en la pareja y me dijo son sorna:

-Mira esos viejos, ¡si parecen dos tortolitos!

Le contesté sin dejar de mirar a los ancianos:

- Son los clientes más antiguos que tengo. Llevan viniendo aquí desde que abrí el local hace años.

La pareja no dejaban de mirarse mientras hablaban de lo humano y lo divino. Recordé como casi todos los días venían a tomar café y se sentaban en las mismas mesas. A esas horas nunca hay mucha gente en el local y además yo siempre les había reservado secretamente las mismas mesas y había impedido que otros clientes se sentaran en ellas cuando alguno de los dos se retrasaba. A partir de ahora solo les reservaré una mesa.

El pagó las consumiciones y me dejó una buena propina. Se despidió de mi hasta mañana. Salieron del local agarrados del brazo y se alejaron lentamente, pues el cojeaba un poco y todavía no dominaba el bastón.


Música: Por amor...

Música: Por amor...

El dolor de cabeza
que me protege cada noche
que me nubla la vista
y me quita las ganas

de beber

De beber fantasías
y recuerdos excitantes
y nada más excitante
que trabajar
en tus caricias


[...]

De palabras, tabaco
teléfono y alcohol
alcohol que me han prohibido
mil veces
en un mes

Un mes en que te has olvidado
de que existo
y más que existir
lo que hago es campar
por ahí



"Por amor al comercio", Esclarecidos


De blog en blog: Galatea

De blog en blog:   Galatea

A los 13 o 14 años me escribía con mucha gente, tanta que casi me costaba mantenerla. Un día al abrir el buzón para recoger las cartas que había recibido me encontré con una nueva. Era un sobre como los demás, pero nada más verlo hubo algo que llamó la atención. Supongo que fue la letra y la forma con la que estaba escrito. Separé esta carta y dejé el resto de cartas para más tarde. Al abrir el sobre, la carta que contenía me gustó aun más. A parte de estar escrita con una letra sencilla y bonita, se expresaba muy bien y todo lo que decía tenía magia. Seguí leyendo y escribiendo cartas, todas tenían su encanto y todas me transmitían algo, pero siempre, al abrir el buzón, buscaba entre las cartas aquella que sabía que me iba a contar historias como si las estuviera soñando.

Hace poco descubrí los blogs. Y yendo de blog en blog, un día, encontré uno que nada más abrirlo me llamó la atención. Se llamaba Galatea, de diseño sencillo y con la imagen de unos lapiceros de colores que condensaba perfectamente como está escrito este blog y todas las historias que en él nos podemos encontrar, por que en este blog su autora escribe cuentos de colores con una magia que cautiva.
Sigo leyendo blogs, muchos blogs, pero siempre tengo que mirar si en Galatea hay alguna historia nueva o algún cuento que me haga soñar.

Déjate cautivar tú también por Galatea


Luna Azul

Luna Azul

Leo un titular:
Este mes de Julio habrá Luna Azul

¿Luna azul? Sigo leyendo:

"El 2 de julio hubo luna llena, y la siguente luna llena será el 31 de Julio. Esta segunda luna llena será luna azul"

Si, ¡ Luna Azul !. He de confesar que me interesó más el aspecto artístico de este fenómeno que el científico, a pesar de que cuando era niño fui un apasionado de la astronomía (también quería ser astronauta, pero eso es otra historia).
Exagerando un poco ya me veía a mi mismo el próximo 31 de este mes con mis prismáticos y con mis cámaras de foto y video. Pero segundos después me pregunté ¿y como nunca había oído hablar de que la luna se volviera azul? Seguí leyendo:

"Se llama Luna Azul a la segunda luna llena de un mes calendario. Normalmente, los meses tienen solamente una luna llena, pero ocasionalmente se cuela una segunda. Las lunas llenas están separadas por 29 días, mientras que la mayoría de los meses tienen 30 o 31 días de duración; así que es posible ubicar dos lunas llenas en un mismo mes. Esto sucede, en promedio, cada dos años y medio. Julio ya tuvo su luna llena el 2 de julio. La siguiente, el 31 de julio, será por definición una Luna Azul. ¿Pero será realmente azul?. Probablemente no. La fecha en que ocurre una luna llena, en sí misma, no tiene ningún efecto sobre el color de la Luna. La luna del 31 de julio será de un color gris perla, como siempre."

Toda una desilusión. Pero al menos, según dicho artículo hubo un tiempo en que la gente pudo ver lunas azules todas las noches. Lunas llenas azules, medias lunas azules, cuartos crecientes y menguantes azules. Todas las noches. Bueno, todas las noches no, algunas noches por lo visto las lunas eran verdes.

Por bien o por mal ese fenómeno no estaba causado por nada paranormal, ni por que alguien hubiera decidido pintar la luna, si no que fue debido a la erupción del volcán Krakatoa en 1883. De las lunas azules no había oído nada, pero de este volcán si. Con su erupción más de media isla desapareció para siempre y fue escuchada a cientos de kilómetros de distancia. Las cenizas que desprendió llegaron a los límites de la atmósfera terrestre y se extendieron por buena parte del globo terráqueo. Y la luna se volvió azul.

En Internet he encontrado un artículo en Astroseti dónde se da una explicación algo más amplía que la que leí en primer lugar.

Debió ser un gran año aquel de 1883, salvo para los habitantes de aquella isla, a los que seguramente les importó un pimiento que la luna cambiara de color.


Mis primeras "5 del viernes"

Mis primeras "5 del viernes"



1) ¿Cómo te relajas?
Iba a decir que no sé relajarme. Pero seguramente lo hago sin darme cuenta de muchas formas.
Por ejemplo si me siento en un buen café (local), con un buen café (bebida) y con buena compañía, seguro que lo logro.

2) ¿Cuántas horas sueles dedicarle a dormir?
Suelo dedicar más horas a dormir de las que duermo. Esta respuesta puede inducir a error si se ve mi respuesta a la pregunta número 3, pero es que desde hace casi un año una pequeña diablilla se encarga de ello.

3) ¿Te cuesta trabajo dormir o duermes como un tronco?
Si tengo sueño y no hay nada interesante a mi alrededor podrías ir viendo como se me van cerrando los párpados, y antes de que lleguen a cerrarse del todo mi yo consciente se habrá devanecido. Así que si me pillas un viernes por la noche y me estás soltando un rollo, no te enfades. Tal vez esté soñando contigo.
También puedo estar mucho tiempo sin dormir. En realidad no soy nada dormilón, a no ser que me aburra. Me da mucha pereza dormir si puedo estar haciendo otra cosa (que sea más interesante).

4) ¿Tienes una postura favorita (para dormir eh?)?
¿postura? Supongo que de lado, en posición semifetal dicho técnicamente. Pero eso no es una postura favorita, es así. Lo que si puedo decir es que me encanta abrazar la almohada. No entiendo como alguien puede dormir (tumbado) sin almohada. Para mi sería como comer sin pan.

5) ¿Cuál es el sitio mas raro donde te has dormido?
Creo que nadie puede superarme en esto (me refiero a una persona). He logrado dormirme de pie. Pero si eso no es suficiente rareza le puedo añadir el lugar, un bar, con la música a todo volumen, incrustado entre la pared y una barra que sujetaba un altavoz. Por lo menos sirvió para que dos amigos ligaran a costa mía (ocultaron vilmente que eran amigos mios). Mi venganza fue que el ligue les duro poco.
No había bebido (un par de cervezas a lo sumo). Que lograra dormirme así tiene su explicación, pero no es divertida.

Por si has llegado aquí despistado

Por si has llegado aquí despistado

Originalmente este post pretendía ser temporal mientras montaba el blog, pero ahora no puedo borrarlo. En origen ponía:


Si has llegado aquí supongo que habrá sido por casualidad o por despiste. Como podrás comprobar estoy en ello, ya que hace 2 minutos que he ¿creado? este blog. Dame un poco de tiempo.
Vuelve, luego podrás arrepentirte.